Empezamos haciendo el tonto cerca de Como:
Una paradita...
En Bormio paramos a comer y respostar y... aparecen estos trocitos de historia del motociclismo:
A punto de empezar la subida al Stelvio:
Los estrechos túneles que pasamos, con su humedad y oscuridad incluida:
Los tornanti (curvas de 180 grados), q estaban numerados:
Otros 4 tornanti? Pobres muñecas. Esas curvas con paquete y equipaje a 10 km/h...ufff:
Todos arriba!:
Ayudad a Cristina, que quiere poner una pegatina en el cartel!!
Culo veo, culo quiero, jajajaj:
La seriedad del rostro del bravo piloto gallego a punto de comenzar el descenso...tachánnnnn
Uy, lo q nos esperaaaaaa
Bolazo de nieve de Marco a servidor. Son como niños, oiga!
Allá van Marco, Kahuna y Cris...
La foto artística del día. El paisaje en mi cocorota.
Y llegamos a Innsbruck. No nos alojamos ahí, pero nos lo merecíamos, eh?
Salida de Como. Comida en Bormio. Subida del Stelvio con sus cuarenta y pico tornanti y sus túneles pequeños pero peligrosillos. Es cansado pq con la moto muy cargada a velocidades tan bajas y tan tan cerradas curvas, hay q dejar caer la moto y cuando gira sacarla a base de gas (si no hay tráfico te abres mucho y ya está, pero no era el caso) antes de q se empeñe en irse a la cuneta. Es algo impresionante. No se puede explicar. El Stelvio hay q subirlo y ver esos paisajes. Sólo por esto, ya merecían la pena los kilómetros de todo el viaje.
Otra cosa. Los kilómetros por estos puertos rinden muy muy poco. Es decir, te pasas horas y horas para hacer ciento y pico kilómetros. Muy a tener en cuenta a la hora de planear rutas.
Llevamos 2650 km.
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