Dia 10: Castillos del Loira

"La canosa" de Luis se queda en el médico (Triumph Orleans) y le prestan una Piaggio 125 para ver los castillos del valle del Loira.

La verdad es que le queda muy bien, jajajajjaaja. Pero esa cagarría no pasa de 90!!! Que suplicio!!!

Vemos los castillos más importantes (Chambord y Chennonceau) y paramos también en uno de los pueblos (Blois) más bonitos. Todos los de la zona son por el estilo. Al final del día llegaremos al taller y nos dirán que la moto no está hasta mañana: Vuelta al hotel rapidito para ir a cenar por ahí, que los horarios europeos son la repera.

Dia 9: Thionville-Orleans

Repostamos y comentamos:'Que bien se estan portando las niñas,eh?'. Diez minutos despues deja de funcionar el radiador de Luis. Como diria el insigne Iker Iglesias: inquietante...

Esperando a Luis, llega con esa caravana detrás. Arrancaba, cogía carrerilla a velocidades ilegales y apagaba la moto hasta que caía a 50 km/h. Así una y otra vez porque no refrigeraba.

En la Renault nos hacen un apaño con un interruptor para el ventilador y, así, poder llegar a Orleans (donde hay concesionario oficial) para arreglar una fuga del radiador (si es que se juntó todo).

Como todos los franceses que nos encontramos, en contra del estereotipo habitual, fueron muy amables y eficientes. Una maravilla. Y en carretera...qué decir... se apartan para que pases, te ayudan, saludan a las motos... como aquí, vamos.

Los padres de la democracia moderna nos dan varias vueltas en civismo.

Dia 8: Amsterdam-Bruselas-Thionville

Salimos de Amsterdam y hacemos escala para ver los míticos Atomium (alucinante) y Maneken Pis (decepcionante). Todo ello aderezado con la tensión de un Domingo con gasolineras automáticas y una Visa española no aceptada en ninguna (a la última a la que podía llegar con el combustible que tenía, y en la que estaba decidido a solicitar uno por uno a todos los clientes que me echaran gasolina con su tarjeta mientras yo le reintegraba el importe en metálico, resultó que había caja con su ser humano detrás y todo...).

De allí a Thionville, pasando por Luxemburgo.

Dia 7: Assen GP

El GP, una locura de gente. Nos perdemos la carrera de 125 c.c. porque no encuentran nuestras entradas (reservadas por internet).

Solucionado el tema nos vamos a nuestros asientos y disfrutamos de la decepción de 250 c.c. y del show de los rossistas que teníamos al lado con la victoria de "il dottore".

La salida...dantesca. Yo empujando con la moto apagada para que no se calentase (con el consiguiente perjuicio para mis partes y mi futura capacidad para ser padre). Luis, que le tiene más amor a su escroto, no la llevaba apagada y acabó por tener un calentón. Mano izquierda acalambrada del puñetero embrague. Un embudo de dos motos de ancho para todas las salidas de los aparcamientos de motos y bicis. Lluvia. Uffffff. Esto es afición, eh?

Eso sí. Todo el viaje de vuelta con gente saludando desde los pasos elevados, desde los lados de la autovía, desde las vías de servicio... como en Jerez, pero multiplicado por diez. Qué ambientazo!!

A la llegada (y tras un fugaz encuentro con un radar laser que tuvo a bien saludarnos, jijiji)... obras. Tras dar un par de vueltas, el tomtom entra en razón y nos saca de allí... puente levadizo... pero... POR DIOSSSS , no voy a llegar nunca al hotel???????. Al final, prueba conseguida.

Por cierto, uno de un chiringuito de "Riders for health" se empeñó en cambiarme mi lanyard de Pingüinos por otro de una tienda de allí... para eso estamos. Ah, y en una de las fotos se puede ver cómo en una Speed Triple también se puede viajar con equipaje, jejeje.

Dia 6: Brujas-Rotterdam-Amsterdam

Salimos de Brujas y nos vamos por la costa y carreteras secundarias por unos paisajes completamente planos, verdes y plagados de molinos y... líneas continuas.

Todo muy curioso y bonito. Llegamos a esos diques en los que se regula el nivel del agua y mantiene a los holandeses sequitos (eso lo hacemos los latinos y estamos todos ahogados, jejeje). Llegamo a comer a Rotterdam y su restaurante Engels (nótese la foto del Engels con el pomo de la puerta con el logotipo del euro...curiosa combinación, jejeje). El puerto es alucinante (más de 30 km de carretera de llegada a Rotterdam son bordeandolo).

De allí a Amsterdam con sus urinarios anti-pudor en la calle, sus canales, sus platos típicos de puré con verduras, sus coffee-shop...

PD: En Amsterdam compartí habitación con Luis. Confirmado. Ronca como un hipopótamo fumador. La puerta de la habitación hacía como en los dibujos animados al roncar (cóncava-convexa-cóncava-convexa...) jajajajaja

Dia 5: Colonia-Gante-Brujas

Salimos del hotel de Colonia a ver la Catedral. De allí a Gante, donde visitamos el Castillo de los Condes y nos tomamos una "healthy drink" que pensamos sería un zumo natural de multitud de frutas exóticas y resultó una bebida enlatada de avezado marketing oriental, glups!!

Rumbo a Brujas. Cerecitas típicas. Cervezas típicas. Paseo cultural con sus edificaciones de ladrillo ("así construye cualquiera, lo jodido es subir piedras hasta ahí arriba" apostillaría Luis con gran desdén hacia los transeúntes acelerados, jajajajaj).

Dia 4: Paris-Nurburgring-Colonia

De París nos vamos a Nurburgring. El mítico circuito antigüo de 22 km donde Niki Lauda se hizo pupita.

Se promocionan como el "infierno verde" y es cierto. El asfalto no tiene el agarre de los circuitos convencionales y entras mezclado con coches. Eso quiere decir que en plena tumbada empiezas a oir un chillido de ruedas, te abres un poco y ves pasar un Bmw jurásico al límite de su grip.

O, como me pasó a mí, te echas a la derecha para que pase un Skoda y no es capaz de coger la curva y se cruza ante tí (a menos de dos metros) a toda pastilla directo a la hierba y vuelve a entrar en la siguiente curva tras comerse polvo, una chican y probablemente un protector de cárter y algún amortigüador...

En definitiva, una gran experiencia que es como irse de cañas con Loles León. Para echarse unas risas, la Loles...para otras cosas Pilar Rubio. Pues eso. Para esto Nurburgring, para otras cosas más serias... Jerez, etc...

Eso sí, el ambiente es impresionante. Hasta las 17:00 está reservado para pruebas de marcas y ves coches camuflados, novedades recientes (Porsche Panamera), Aston Martin variados, Lotus Elise en versión circuitera...

De allí nos vamos a Colonia y, al llegar al hotel, nos encontramos con 6 Triumph de otros tantos ingleses que venían a los Tridays (concentración europea anual de la marca). Una de ellas estaba decorada con un dudoso gusto pseudo-jamaicano y, para más inri, fue el único dueño al que vimos. De esta guisa, Luis tuvo que responder la temida pregunta... "Do you like it?". Tan educado como mentiroso respondió tras dudar unos segundos: "Of course!!"

En las fotos también se pueden ver algunos de nuestros "rivales" en la pista y a Joaquín (traducción al castellano del nombre de un alemán hijo de valenciana que apareció por allí para rodar con otra Sprint... pero negra).