El GP, una locura de gente. Nos perdemos la carrera de 125 c.c. porque no encuentran nuestras entradas (reservadas por internet).
Solucionado el tema nos vamos a nuestros asientos y disfrutamos de la decepción de 250 c.c. y del show de los rossistas que teníamos al lado con la victoria de "il dottore".
La salida...dantesca. Yo empujando con la moto apagada para que no se calentase (con el consiguiente perjuicio para mis partes y mi futura capacidad para ser padre). Luis, que le tiene más amor a su escroto, no la llevaba apagada y acabó por tener un calentón. Mano izquierda acalambrada del puñetero embrague. Un embudo de dos motos de ancho para todas las salidas de los aparcamientos de motos y bicis. Lluvia. Uffffff. Esto es afición, eh?
Eso sí. Todo el viaje de vuelta con gente saludando desde los pasos elevados, desde los lados de la autovía, desde las vías de servicio... como en Jerez, pero multiplicado por diez. Qué ambientazo!!
A la llegada (y tras un fugaz encuentro con un radar laser que tuvo a bien saludarnos, jijiji)... obras. Tras dar un par de vueltas, el tomtom entra en razón y nos saca de allí... puente levadizo... pero... POR DIOSSSS , no voy a llegar nunca al hotel???????. Al final, prueba conseguida.
Por cierto, uno de un chiringuito de "Riders for health" se empeñó en cambiarme mi lanyard de Pingüinos por otro de una tienda de allí... para eso estamos. Ah, y en una de las fotos se puede ver cómo en una Speed Triple también se puede viajar con equipaje, jejeje.
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